Paso a paso para comenzar a pintar una tela.
Ya tengo una tela en blanco delante mío!!! …Y he visto muchos vídeos, pero aún no me aclaro…
¿POR DÓNDE EMPIEZO?
Lo primero que se ha de tener en cuenta es saber qué es lo que se quiere transmitir, es decir, la idea que articula toda la composición que vas a plasmar en la tela.
Si este asunto, consigues aclararlo lo siguiente es el tema de la composición. Ella debe abarcar toda el área de la tela y permitir un recorrido visual adecuado para potenciar aquello que desees comunicar.
El tema principal o único lo vas a plantar con la fórmula de la secuencia de Fibonacci de la proporción áurea, que es una medida capaz de conseguir realzar la armonía y la belleza de los objetos en el arte. Cuidarás que direcciones y diagonales articulen la profundidad, que lograrás mediante la distribución de los planos, ya que es muy importante la cuestión de éstos en su cualidad visual.
Una vez determinada esta cuestión lo siguiente es proceder a elegir la paleta que se adecúe a la temática y/o a la emoción que desees trasladar a tu trabajo. Este punto es importante, ya que si decides expresar alegría, por ejemplo, es sabido que tus colores serán cálidos y puedes emplearlos saturados o pasteles para potenciar este estado de alegría, calma, bienestar, etc.
Lo que no conseguirás si utilizas grandes cantidades de colores oscuros o sucios en las mezclas, junto con una paleta fría en su tonalidad.
Avanzamos, y ya tienes tu dibujo completo y seguidamente vas a ocuparte de la disposición de los colores. Hay autores que le dan una imprimación al dibujo de un único color para sellar los trazos del lápiz o carboncillo, y otros ya aplican el color directamente. Ellos se aplicarán por capas. Las primeras serán para señalar las áreas de color y en las siguientes ya se buscaran las tonalidades que sugieran la forma e incidan en el volumen. Es la manera de establecer la clave tonal del cuadro y está ligada a la luz, que proporcionará el volumen.
Haremos un repaso de nuestro recorrido hasta el momento. Has establecido una temática y vas a volcarla a la tela en un dibujo donde has cuidado la composición. Luego has definido tu paleta de colores y le has agregado las tonalidades de la luz que crean volumen.
Si consigues que tu obra quede congruente con tu propósito, ya puedes seguir adelante y pulir tu cuadro hasta el punto que quieras. Aquí podemos dilucidar dos caminos, el de los acabados muy pulidos o los que buscan la expresión de la impresión, o sea la huella del pincel y el trazo expresivo.
Y como tal tu obra, cumpliendo los lineamientos mencionados, estará acabada. No te olvides de tener en cuenta en todo el procedimiento la destreza de aplicar los elementos gráficos que cualquier composición requiere y que analizamos en otro artículo anteriormente.
Si no lo has visto, te invito a hacerlo!!! Espero que tu obra sea aquello que has decidido hacer.
Un saludo y hasta nuestro próximo encuentro.!!!